Ingredientes: 6 personas

4 claras de huevo
225 grs de azúcar
1 cucharadita de extracto de almendra
1 cucharadita de vinagre de vino blanco
50 grs de almendra molida
300 ml de nata para montar
1 o 2 cucharadas de azúcar glass
6 cucharadas de lemon curd
3 fresas cortadas en láminas para decorar
almendras fileteadas tostadas para decorar

Elaboración:

Encendemos el horno a 190º o 170 si es de ventilador.
Forramos una bandeja especial de brazo de gitano con papel sulfurizado y la engrasamos un poco.

Batimos las claras a punto de nieve con ayuda de una battidora de varilllas y añadimos el azúcar poquito a poquito sin parar de batir, hasta que estén bien montadas y brillantes.

Añadimos el extracto de almendra y el vinagre y la almendra molida, y lo incorporamos con cuidado ya sin la batidora. Lo echamos en el molde y lo nivelamos.

Horneamos por espacio de 30 o 35 minutos o hasta que la superficie esté firme y un poco dorada. Sacamos del horno y tapamos con un papel sulfurizado y encima un trapo de cocina que esté bastante húmedo. Dejamos enfríar.

Batimos la nata hasta que coja consistencia y esté espesa. Sobre una bandeja de horno espolvoreada con azúcar glass damos vuelta la lata donde tenemos la base del pastel y quitamos el papel sulfurizado, pelándolo con cuidado de no romperlo. Extendemos el lemon curd y parte de la nata ya que hay que guardar un poco para decorar la superficie. Enrollamos con ayuda del papel sulfurizado.

Decoramos con la nata, las fresas y las almendras.

Y ya tendremos un delicioso pastel para una ocasión especial o un domingo en casa con la familia o amigos. DELICIOSO!

Ingredientes: 4 personas

aceite de oliva
3 berenjenas cortadas en cubos de unos 2 cm.
1 cebolla cortada en aros
4 tomates pera picados
2 cucharaditas de alcaparras
50 grs de pasas
4 tallos de apio cortados en trocitos
50 ml de vinagre de vino tinto o jerez
un puñado de piñones tostados
hojas de albahaca para decorar.

Elaboración:

Ponemos el aceite en una sartén calentamos a fuego medio y freímos las berenjenas durante unos 15 minutos o hasta que estén blandas. Las retiramos de la sartén y freimos ahora la cebolla unos 5 minutos hasta que esté blanda y translúcida. Añadimos los tomates y los cocinamos lentamente para que se deshagan y queden  como una pasta. Ahora volvemos a añadir las berenjenas.

                                                                                                                                                                 
Añadimos las alcaparras, las pasas, el apio y el vinagre. Sazonamos bien y cubrimos con una tapa. Dejamos cocer a fuego lento unos 30 minutos y removemos de vez en cuando con cuidado de no deshacer los verduras.


Despedirá un olor dulce y amargo al mismo tiempo.

Esto se suele comer con tostadas de pan que habremos horneado y se les puede restregar un poco de ajo por encima para que se impregne de sabor y un poquito de aceite.

Ingredientes: 4 personas

1 cucharada de aceite de oliva
4 jarretes de cordero
un trocito de mantequilla
2 cebollas cortadas en cuartos
4 dientes de ajo triturados
la ralladura de un limón y su zumo
2 cucharaditas de canela en polvo
2 cucharaditas de cilantro molido
1 cucharadita de jengibre molido
1 cucharadita de comino molido
1 cucharada de puré de tomate
1 cucharada de miel
400 ml de caldo de carne
2 membrillos pelados sin pepitas y cortados en cuartos. (se pueden reemplazar por peras no muy maduras).


 Elaboración:

Calentamos el aceite en una sartén. Sazonamos los jarretes y los freímos  unos diez minutos o hasta que estén bien dorados por todas partes.

Mientras en otra sartén o cazuela derretimos la mantequilla y freímos las cebollas a fuego medio hasta que estén doradas y bien blanditas, a continuación añadimos el ajo.

Encendemos el horno 160º o 140º si es de ventilador.
Añadimos la ralladura de limón y las especias a las cebollas. Cocinamos durante 1 minuto y añadimos el puré de tomate, la miel y el caldo junto con la mitad del zumo de limón. Añadimos los jarretes y los membrillos a cuartos. Lo metemos en el horno tapamos y dejamos durante 2 horas.
Quitamos la tapa y dejamos que siga cociendo destapado durante 30 minutos más. Sazonamos y añadimos el resto de zumo de limón antes de servir.


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

Ingredientes: 4 personas

2 cucharadas de aceite de oliva
1 berenjena en trozos de unos 2,5 cm
1 cebolla cortada en trozos grandes
1 chile rojo cortado en rodajitas
2 dientes de ajo triturados
2 cucharaditas de comino molido
1 cucharadita  de cilantro molido
400 grs (un bote) de garbanzos pasados por el agua
400 grs de tomates de lata enteros y pelados
250 ml de caldo vegetal
4 huevos
160 grs de queso feta
80 grs de espinacas baby
1/2 cucharadita de zumaque



 Elaboración:

Calentamos la mitad del aceite en una sartén a fuego alto; cocinamos la berenjena, moviendo continuamente hasta que esté tierna y dorada. La sacamos de la sartén y reservamos.

Calentamos el resto del aceite y ponemos la cebolla y el chile cocinando hasta que esté blandito. Añadimos el ajo, el comino, el cilantro y seguimos cocinando removiéndolo unos 4 minutos más.
Volvemos a echar la berenjena a la sartén  junto a lo que tenemos en ella, añadimos los garbanzos, los tomates y el caldo. Tapamos y dejamos cocer durante 15 minutos. Sazonamos.

Mientras tanto ponemos agua fría en un cazo y cocemos los huevos durante 3 minutos. Enfríamos y pelamos. Queremos que queden poco hechos. Bueno según el gusto de cada uno. Si os gustan cocidos por completo hay que dejarlos 4 o 5 minutos.

 A la hora de servir es cuando añadimos tanto los huevos cocidos cortados, como las espinacas baby como el queso feta desmigado.

Espolvoreamos con un poco de zumaque.

Si se quiere se puede acompañar de pan recién tostado.

Delicioso!

Ingredientes: 8 personas

Para el bizcocho:

mantequilla para engrasar
100 grs de azúcar
5 huevos medianos, clara y yema por separado
 1/2 cucharadita de extracto de almendra
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
75 grs de harina con levadura incorporada
75 grs de pistachos picados finos
25 grs de pistachos picados aún más finos para decorar
azúcar glass

Para la crema de chocolate:

200 grs de chocolate blanco en trozos
250 grs de queso mascarpone
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
150 grs de nata espesa

Para la compota de frutos rojos:

75 grs de azúcar
1 cucharada de vino dulce
300 grs de mezcla de frutos rojos
algunos frutos rojos de más para decorar


Elaboración:

Precalentamos el horno a 170 º si es de ventilador. Lo primero hacemos la compota de frutos rojos. Calentamos el azúcar  con el vino dulce en un recipiente al fuego. Cuando se haya disuelto  añadimos las frutas rojas, removemos y dejamos al fuego unos 10 minutos. Quitamos del fuego y reservamos.
Engrasamos una bandeja de las de brazo de gitano de unos 23x33 cm y ponemos un papel sulfurizado que engrasamos también.  Con la ayuda de una batidora de varillas mezclamos el azúcar, las yemas de huevo, el extracto de vainilla y el extracto de almendra hasta que alcance una consistencia no muy líquida y doble su volumen. En otro recipiente batimos con la batidora también las claras de huevo a punto de nieve. Incorporamos la harina y los pistachos al recipiente donde tenemos los huevos batidos y después vertemos las claras a punto de nieve en esa mezcla incorporándolo con movimientos envolventes  para que no se vaya el aire.
Ponemos la mezcla en la bandeja que hemos preparado y metemos al horno de 15 a 20 minutos hasta que esté dorado y elástico al tocarlo.
Sacamos del horno y dejamos enfríar 5 minutos. Espolvoreamos con azúcar glass por toda la superficie. Tapamos con un trapo de cocina seco. Encima colocamos una rejilla y lo damos vuelta de manera que el pastel quede ahora encima de la rejilla. Quitamos la bandeja, retiramos el papel sulfurizado y espolvoreamos con azúcar glass este lado también. Enrollamos el bizcocho aún templado empezando a enrollar por el lado más ancho con ayuda del trapo de cocina y dejando el trapo enrollado en ello. Esto hace que coja la forma de rollo y se mantenga.
Para la crema de chocolate deshacemos el chocolate en el micro poco a poco para que no se queme. Removemos y dejamos enfríar hasta estar a temperatura ambiente. En un recipiente batimos el mascarpone hasta que esté blando y le vamos añadiendo el chocolate blanco derretido y el extracto de vainilla hasta que esté todo mezclado. En otro recipiente batimos la nata hasta que esté montada. Juntamos las dos masas y reservamos.
Desenrollamos el bizcocho y lo untamos con la mitad de la crema de chocolate blanco dejando unos 2 cm de borde y a continuación ponemos la compota que hemos reservado anteriormente y enrollamos de nuevo el bizcocho.
Con un cuchillo afilado cortamos un trozo de unos 10 cm en diagonal. Esto es para hacer el tronco en dos partes (una el tronco y otra la rama), como se aprecia en las fotos. Traspasamos a la bandeja donde la vayamos a servir, recomponemos el tronco y untamos con el resto de crema cubriéndolo por completo. Decoramos con los pistachos y el resto de frutos rojos que habíamos reservado.