Ingredientes:

1 limón
4 huevos
160 grs de azúcar
100 grs de harina
35 grs de maicena
una pizca de sal
azúcar glass

Elaboración:

Precalentamos el horno a 170-180º . Untamos con mantequilla y enharinamos un molde con un hueco en el centro. Reservamos en la nevera, Picamos finamente la cáscara de limón.

Batimos las yemas de huevo con 130 grs de azíucar hasta que la mezcla se vuelva blanca. Incorporamos la cáscara de limón y luego la harina tamizada con la maicena. Montamos las claras a punto de nieve con la sal. Cuando las claras estén a medio montar, incorporamos 30 grs de azúcar. No tienen que quedar demasiado firmes, pero sí suaves y untuosas. Incorporamos una tercera parte de las claras a punto de nieve con el batidor y luego el resto muy delicadamente con una espátula.

 Vertemos la masa en el molde. Bajamos la tempe-
ratura a 160º y horneamos 35 minutos. Retiramos y esperamos 20 minutos antes de desmoldar el bizcocho para que conserve su forma. Espolvoreamos con azúcar glass antes de servir.

Para hacer una lasaña exquisita lo primero que necesitamos es preparar una salsa boloñesa  lentamente pues al ser a base de carne picada, esta necesita dorarse al principio y luego cocinarse lentamente para que tengamos todo su sabor. Por lo tanto tenemos que disponer de tiempo, no se puede hacer deprisa y corriendo.

Para la salsa necesitaremos los siguientes ingredientes:

1 cucharada de aceite
500 grs de carne picada de ternera
2 cebollas
2 tallos medianos de apio
1 zanahoria
2 dientes de ajo
200 grs de bacón (que vienen a ser 8 lonchas)
1 puñadito de albahaca fresca o sino 1 cucharadita de mezcla de hierbas secas
2 cucharadas de puré de tomate
1 hoja de laurel
150 ml. de vino blanco
150 ml. de leche
2 latas de tomate triturado de 400 grs cada una
sal y pimienta

Elaboración:

Calentamos el aceite en una sartén amplia a temperatura alta. Añadimos la carne picada, Hay que tener en cuenta que la sartén sea suficientemente grande para que la carne se fría y no se cueza. Según vamos friendo la carne la vamos rompiendo, o separando con una cuchara de madera para que no queden bolas de carne. Después de 10 minutos la carne habrá cambiado de color de rojo a marrón dorado.. Es posible que al cocinarlo suelte agua, pero si lo dejamos a temperatura alta el agua se absorberá. Pasamos la carne a un recipiente.

Mientras se hace la carne podemos poner la cebolla, el apio, la zanahoria y los ajos en un robot y picarlos en fino.

Cortamos el bacón y lo añadimos a la sartén donde estaba la carne y lo freímos  despacito 8 o 10 minutos hasta que la grasa del bacón desaparezca y esté dorado y turruscante. A esto le añadimos las verduras que hemos triturado y cocinamos lentamente unos 10 minutos más o hasta que las verduras estén tiernas.



Añadimos la carne reservada y la albahaca o hierbas secas. Ponemos el puré de tomate, la hoja de laurel y el vino y dejamos cocinarse burbujeando para que se reduzca unos 2 minutos. Añadimos la leche y las latas de tomate y añadimos 100 ml de agua y sazonamos con sal y pimienta.



Tapamos la sartén dejando un poquito abierto y cocinamos lentamente por espacio de 1 hora y media hasta que la carne esté blanda y la salsa esté espesa. Probamos para ver si tiene suficiente sal y sino añadimos un poquito más de sal y pimienta.

Bueno pues ahora a seguir ya tenemos la salsa.
Vamos a necesitar los siguientes ingredientes:

600 ml de leche
50 grs de mantequilla
50 grs de harina
100 grs de queso parmesano
nuez moscada
120 grs de queso mozzarella
la salsa boloñesa que ya hemos preparado
unos 250 grs de lasaña, o lasaña verde, como más nos guste (unas 9 placas)
sal y pimienta.

Para preparar la salsa de queso ponemos la leche y la mantequilla en un cazo mediano. Tamizamos la harina y calentamos a fuego medio. Mezclamos con unas varillas durante 5 minutos hasta que la salsa rompa a hervir y quede espesa y fina.

Rallamos el queso parmesano y 1/4 de cucharadita de nuez moscada. Incorporamos 2/3 del queso parmesano a la salsa. Removemos. Condimentamos al gusto con sal y pimienta y nuez moscada. Preparamos la mozzarella cortándola en trozos pequeños y casi iguales.

Precalentamos el horno a 180 º. Para la lasaña utilizaremos una fuente de horno grande. Comenzaremos con una capa de salsa boloñesa y pondremos encima un poco de salsa de queso con una cuchara.




Añadiremos una capa de lasaña; si es necesario solaparemos las placas para que se adapten a la forma de la fuente. Seguiremos añadiendo capas en ese orden: salsa boloñesa, salsa de queso y pasta, y asi sucesivamente. La última capa deberá ser de salsa de queso. Nos hemos de asegurar de reservar suficiente salsa para cubrir toda la superficie.

Esparceremos por encima la mozzarella y el queso restante.

Hornearemos 40 minutos hasta que se dore  y se formen burbujas.

Para asegurarnos de que la pasta esté bien hecha la atravesaremos con un cuchillo pequeño y afilado. Si se puede atravesar sin resistencia, estará lista. Si la superficie se ha dorado pero la pasta no está cocida cubriremos la lasaña con un papel de aluminio y hornearemos 10 minutos más. Dejaremos reposar 10 minutos antes de servir.

Elaboración:

Calentamos el aceite en una sartén amplia. Añadimos la cebolla, la sal y la pimienta y freimos despacito unos 10 minutos, o hasta que este blandita y dorada.

Añadimos el calabacin  y el ajo y cocinamos removiéndolo de vez en cuando, unos 15 o 20 minutos hasta que el calabacín esté bien cocido. Nos aseguraremos de que el líquido que suelta el calabacín se reabsorba.
Ahora añadimos los guisantes, el perejil y el cebollino y seguimos cocinando durante 1 o 2 minutos más. Quitamos del calor y dejamos reposar para que se enfríe un poquito.

Calentamos el horno a 170-180º. Engrasamos 6 moldes tipo flanín de unos 100 ml. y los ponemos pan rallado o harina para que no se pegue la masa a ellos y podamos liberarlos bien del molde a la hora de desmoldar. Sacudimos un poquito los moldes para quitar el exceso de pan rallado o harina.
Batimos los huevos con la nata y añadimos el parmesano. Sazonamos un poquito y añadimos la cayena. Juntamos esta mezcla con la que teníamos enfriando de calabacín y guisantes y a cucharadas la vamos colocando en los moldes.

Los colocamos en un recipiente en el que ponemos agua hirviendo que les llegue más o menos a la mitad del recipiente. En fin lo ponemos al baño Maria, al horno. Horneamos unos 45 minutos o hasta que estén dorados y firmes. Los sacamos del horno y los dejamos reposar 10 minutos. Pasamos la hoja de un cuchillo por todo alrededor de cada molde para sacarlos con mayor facilidad. Los damos vuelta de nuevo para que la parte dorada quede hacia arriba. (No como yo hice que los puse boca abajo, se puede ver en el foto).
Es más bonito lo dorado hacia arriba. Pero no cambia el sabor. Servimos calientes con una ensalada.

                               
                                                                                       

 Elaboración:

Calentamos el horno a 170º. Preparamos una hoja de papel sulfurizado y la colocamos sobre la bandeja del horno. Ponemos la mantequilla, el azúcar glass, la harina, la maicena y el extracto de vainilla en un recipiente y lo batimos con la batidora de varillas hasta que se forme una masa fina y homogénea.


Pasamos ahora esta masa conseguida a una manga pastelera con una boquilla de forma de estrella y de un tamaño más bien grande. Hacemos 16 o 18 círculos o espirales empezando de fuera hacia adentro, y colocándolas sobre el papel sulfurizado y dejando sufieciente espacio entre ellas pues luego crecen en el horno. Cada una debe medir aproximadamente unos 6 cm de diámetro, un poquitín más pequeñas que las galletas "digestive"

 Metemos al horno en el centro de este y horneamos por espacio de 13 minutos o hasta que las veamos doradas pero dorado claro y firmes. Pasado este tiempo las sacamos y las dejamos reposar en una rejilla. Tendremos masa suficiente para hacer otra tanda. Deben salir unas 32-36 galletas.

Para hacer el relleno,, ponemos la mantequilla en un recipiente y tamizamos el azúcar glass por encima. Añadimos el extracto de vainilla y batimos con la ayuda de una cuchara de madera o con la batidora de varillas hasta que esté muy fino y ligero.  Pasamos la mermelada por un colador para quitar las semillas y la dejamos en un tazón para untar las galletas.

Untamos un poco de mermelada en la superficie plana de cada galleta. Solo en la mitad de ellas pues la otra mitad hará de tapa. Una vez untadas con la mermelada las dejamos boca arriba reposando en la rejilla.


 Ahora untamos las restantes galletas  con la crema de mantequilla  (si queremos las podemos rellenar con la manga pastelera) y las colocamos encima de las que tienen untada la mermelada formando sandwiches de galleta. Las colocamos en una bandeja de servicio y las espolvoreamos con el azúcar glass tamizado antes de servirlas.

 Elaboración:

Ponemos 100 ml de agua en un bol y espolvoreamos la levadura. Dejamos actuar durante 5 minutos y luego revolvemos hasta que se disuelva. Mezclamos la harina y la sal en otro recipiente lo suficientemente grande para poder hacer un hueco en el centro donde verteremos la mezcla anterior de agua y levadura.

Ayudándonos de una cuchara de madera vamos empujando la harina que está sobre los bordes hacia el centro, donde tenemos el agua con la levadura,
hasta que veamos que se forma una pasta por encima. Pero no removemos todo. Cubrimos el recipiente con un paño seco y lo dejamos que actúe y esponje, unos 20 minutos.

Añadimos ahora en el centro el aceite de oliva y el vino blanco. Mezclamos con la harina. Añadimos el resto del agua si necesitáramos para formar una masa blanda y pegajosa.

Pasamos ahora la masa a una superficie enharinada y amasamos hasta que esté elástica y suave, 10 minutos más o menos. Cuando estemos terminando
de amasar añadimos 125 grs de las aceitunas junto con 1 cucharada del tomillo picado y seguimos amasando de manera que quede incorporado a la masa.

Engrasamos un recipiente y dejamos ahí la masa hasta que doble su tamaño, alrededor de 1 hora y media o 2 horas. No tenemos que olvidarnos de cubrir el recipiente con un paño seco.

Pasado este tiempo volvemos a amasar durante 5 minutos y dejamos reposar otros 10 minutos.


 Extendemos la masa sobre una superficie enharinada, ayudándonos de un rollo de amasar formamos una circunferencia de unos 24 cm de diámetro y con una altura de 1 cm aproximadamente. Lo colocamos sobre una bandeja de horno engrasada y volvemos a cubrir con un paño seco. Lo dejamos reposar hasta que vuelva a doblar el tamaño, alrededor de 1 hora.

 Presionamos la masa con las yemas de los dedos para formar hoyitos de 1 cm de profundidad. Espolvoreamos con el orégano y el tomillo y las aceitunas sobrantes.

Con el horno precalentado a 180º horneamos durante 30 minutos, hasta que esté dorado.

Lo sacamos y echamos unas gotitas de aceite por encima. Dejamos enfríar en una rejilla de metal.