Elaboración:

Calentamos el horno a 170º. Preparamos una hoja de papel sulfurizado y la colocamos sobre la bandeja del horno. Ponemos la mantequilla, el azúcar glass, la harina, la maicena y el extracto de vainilla en un recipiente y lo batimos con la batidora de varillas hasta que se forme una masa fina y homogénea.


Pasamos ahora esta masa conseguida a una manga pastelera con una boquilla de forma de estrella y de un tamaño más bien grande. Hacemos 16 o 18 círculos o espirales empezando de fuera hacia adentro, y colocándolas sobre el papel sulfurizado y dejando sufieciente espacio entre ellas pues luego crecen en el horno. Cada una debe medir aproximadamente unos 6 cm de diámetro, un poquitín más pequeñas que las galletas "digestive"

 Metemos al horno en el centro de este y horneamos por espacio de 13 minutos o hasta que las veamos doradas pero dorado claro y firmes. Pasado este tiempo las sacamos y las dejamos reposar en una rejilla. Tendremos masa suficiente para hacer otra tanda. Deben salir unas 32-36 galletas.

Para hacer el relleno,, ponemos la mantequilla en un recipiente y tamizamos el azúcar glass por encima. Añadimos el extracto de vainilla y batimos con la ayuda de una cuchara de madera o con la batidora de varillas hasta que esté muy fino y ligero.  Pasamos la mermelada por un colador para quitar las semillas y la dejamos en un tazón para untar las galletas.

Untamos un poco de mermelada en la superficie plana de cada galleta. Solo en la mitad de ellas pues la otra mitad hará de tapa. Una vez untadas con la mermelada las dejamos boca arriba reposando en la rejilla.


 Ahora untamos las restantes galletas  con la crema de mantequilla  (si queremos las podemos rellenar con la manga pastelera) y las colocamos encima de las que tienen untada la mermelada formando sandwiches de galleta. Las colocamos en una bandeja de servicio y las espolvoreamos con el azúcar glass tamizado antes de servirlas.