Ingredientes:

500 grs de harina de fuerza

230 grs de leche

80 grs de mantequilla

1 huevo

25 grs de azúcar blanco

10 grs de levadura fresca ( o 3 grs de levadura seca)

8 grs de sal

ralladura de medio limón

Para el formado:

200 grs de azúcar moreno húmedo

2 cucharadas soperas de canela molida

Estos bollos se elaboran con bastones de masa que se estiran sobre una mesa llena de abundante azúcar moreno y canela. Si usamos un azúcar moreno húmedo (como una panela o un muscovado), este se irá fundiendo al fermentar y cuando lo introduzcas en el horno será casi un almíbar, con lo cual saldrá hecho todo un caramelo de canela. Aparte de las deliciosas y crujientes estrías que se forman al estirar y rodar la masa sobre la mesa llena de azúcar.

Elaboración:

Mezclamos todos los ingredientes de la masa. Quedará una masa un poco pegajosa. Lo dejamos reposar 10 minutos. Transcurrido ese tiempo la trabajamos un par de minutos sobre la mesa, la masa dejará de pegarse. Amasamos unos 10 minutos, plegándola sobre sí misma y haciéndola rodar suavemente sobre la mesa hasta que esté fina y satinada. Dejamos que fermente 1 hora y media en un bol hasta que se hinche bastante. Probablemente doblará su volumen. Entonces la pasaremos a la mesa y desgasaremos plegándola y amasándola 20 segundos con mano firme. Dividimos la masa en porciones de unos 100 grs y las boleamos bien sobre la mesa o entre las manos. Formaremos con ellas bolas homogéneas, haciéndolas girar con la mano sobre la mesa. Formaremos con la mano una especie de jaula para que la bola no se escape y la haremos rodar sobre un eje imaginario, sin que se mueva de su lugar, hasta que tenga una superficie lisa, menos un recogido en forma de espiral en la parte inferior.

Dejaremos reposar las bolas de masa 10 minutos mientras mezclamos el azúcar moreno y la canela, y esparciremos la preparación de manera uniforme por la mesa. Con cada bola formaremos un palo de masa de unos 15 o 20 cm. y haremos que ruede con las dos manos sobre la mezcla de azúcar y canela. Lo estiraremos hasta que mida 40 cm;  intentaremos que ruede retorciéndolo para que se creen estrías y atrapen aún más azúcar con canela. Enrollaremos cada palo de masa en forma de espiral y los dispondremos sobre una hoja de papel de hornear. Cuando los dejemos sobre la hoja, los aplastaremos con fuerza usando la palma de nuestra mano. Podemos espolvorear un poco del azúcar sobrante sobre los bollos en la bandeja. Dejaremos que fermenten hasta que doblen su volumen y observaremos cómo el azúcar va fundiéndose mientras fermenta. Hornearemos a 220- 240º durante 8 a 10 minutos. El truco es que el azúcar fundido de la superficie llegue a formar caramelo, pero que no se ponga duro ni se queme. Una vez horneados, sacaremos la bandeja y dejaremos que se enfríen en ella un par de minutos antes de darles la vuelta.

A DISFRUTARLOS QUE ESTÁN DELICIOSOS...