POLLO ASADO CON ALBÓNDIGAS DE LIMÓN Y PUERRO


Ingredientes:


1 pollo grande
2 limones (sin cera)
1 cabeza de ajos
varias ramitas de tomillos fresco
1 cucharada de mantequilla
2 cebollas
3 cucharadas de aceite de oliva
y un poco más para engrasar
2 puerros finos
150 grs de pan blanco sin corteza
(unas 5 rebanadas)
1 puñado de perejil fresco
1 puñado de salvia fresca
1 huevo mediano
6 lonchas de beicon curado
1 cucharada de harina
100 ml de vino blanco seco
300 ml de caldo de pollo
sal y pimienta


Elaboración:

Precalentamos el horno a 200º. Disponemos el pollo con holgura sobre una bandeja de horno. Rallamos la piel de los limones fina y la reservamos. Cortamos un limón por la mitad e introducimos una de las mitades en la cavidad del pollo (entre las patas), Partimos la cabeza de ajos por la mitad e introducimos una de las mitades con un par de ramitas de tomillo.
Atamos las patas del pollo, Pasamos un trozo de cuerda por debajo de la pechuga, rodeamos las patas y las atamos dando una lazada. Untamos la pechuga y las patas con mantequilla, salpimentamos y esparcimos unas cuantas hojas de tomillo, Por último, cortamos una cebolla en rodajas no demasiado finas y las distribuimos alrededor del pollo. Rociamos todo el conjunto con una cucharada de aceite. Introducimos en el horno y asamos hora y media. Rodiamos el ajo restante con un poco de aceite y lo añadimos al asado a mitad de cocción.
Mientras, preparamos las albóndigas. Recortamos los extremos de los puerros y desechamos las hojas duras y verdes. Cortamos la parte blanca y verde claro en rodajas finas; partimos del mismo modo la otra cebolla. Calentamos una sartén a fuego lento y añadimos el aceite restante, la cebolla y los puerros, en ese orden. Tapamos y rehogamos durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén tiernos.
Deshacemos el pan en trozos grandes y lo ponemos en el vaso del robot de cocina con el perejil y la salvia. Echamos las hojas de tomillo restantes.
Trituramos hasta obtener una especie de pan rallado fino y aromático.
Exprimimos el medio limón que queda. Batimos el huevo ligeramente. Incorporamos la mezcla de pan, la ralladura y el zumo de limón y el huevo batido a las verduras rehogadas. Salpimentamos y dejamos enfríar unos minutos.
Estiramos el beicon, para ello, sujetamos un extremo de la loncha y pasamos el filo de un cuchillo por encima, longitudinalmente. Aumentarán de tamaño en un 50 por ciento. Hacemos lo mismo con el resto y las cortamos por la mitad.
Untamos una bandeja de horno con un poco de aceite. Formamos bolitas del tamaño de una pelota de golf con la masa y envolvemos cada una en un trozo de beicon. Las colocamos sobre la bandeja, con el cierre hacia abajo para que no se abran.
Cuando el pollo esté listo,  la cebolla y el ajo se habrán caramelizado con la grasa y los jugos del asado formando la base de una salsa muy sabrosa, Sacamos el pollo del horno y lo colocamos sobre una fuente o una tabla de servir. Nos ayudamos con dos cucharas de madera. Introducimos una en la cavidad y utilizamos la otra para soportar su peso. Lo levantamos y, antes de trasladarlo, lo inclinamos un poco para que caigan los jugos sobre la fuente. Lo dejamos en reposo unos 20-30 minutos. No lo tapamos, o la piel se quedará blanda. No os preocupéis, no se enfriará. Subimos la temperatura del horno a 220º. Asamos las albóndigas 20 minutos.



Mientras tanto, preparamos la salsa. Con ayuda de una cuchara, retiramos el exceso de grasa de la fuente de horno y la ponemos al fuego. Echamos la harina y mantenemos a fuego lento durante 2 minutos, sin dejar de remover, hasta obtener una pasta espesa. Vertemos con cuidado el vino y seguimos removiendo. Dejamos que hierva hasta lograr una mezcla fina  y que se evapore el vino.
Agregamos el caldo poco a poco, sin dejar de remover, para obtener una masa más ligera y sin grumos. Seguimos removiendo hasta que espese.



Si queremos colamos la salsa a un jarra y la tapamos para mantener el calor. Aplastamos la cebolla contra el colador para extraer todo su sabor. Añadimos el jugo que haya quedado debajo del pollo.
Trituramos el ajo asado, y lo incorporamos a la salsa y servimos con el pollo y las albóndigas.


PD; yo en esta ocasión añadí patatas.

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