Pues freímos la cebolla en la mantequilla vigilando que no se nos queme hasta que quede dorada y pochada, junto con la cebolla podemos poner el bacón y enseguida la manzana, tiene que quedar blandito. Luego añadimos el cognac y dejamos que se evapore un poco el alcohol y a continuación echamos la nata. Dando vueltas continuamente. Enseguida estará lista para que una vez limpios los mejillones los echemos en esta salsa y ayudándonos de una cuchara de madera demos vueltas hasta que se abran. Seguimos dando vueltas para que la salsa se introduzca ahora en los mejillones. Retiramos y ya están listos para comer.
Olé Cristina.
Unos mejillones IMPRESIONANTES.doy fe porque yo soy la q disfruta en las fotos jajaj
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